El acoso escolar es una realidad a la que se enfrentan día a día miles de niños a lo largo del mundo. En España, las denuncias por bullying se han disparado en el último año, siendo el más reciente y popular caso el de una niña de 8 años, residente en Palma de Mallorca, que fue apaleada por doce compañeros de su mismo centro, y que terminó ingresada en el hospital con consecuencias tan graves como el desprendimiento de uno de sus riñones y fisuras en las costillas.

La gran mayoría de casos derivan, en primera instancia, por el uso de redes sociales y nuevas tecnologías: jóvenes que insultan a otros jóvenes por no ser tan populares, por sus atributos físicos e, incluso, porque se aburren y quieren matar el tiempo. Esto supone grandes perjuicios para los niños que reciben los insultos en Internet… Aunque el asunto no queda ahí, porque el acoso se traslada en la mayoría de los casos a las aulas escolares.

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Y es aquí, en un entorno que sí puede -y debería- estar controlado donde los adultos deben involucrarse, empezando primeramente por el personal (tanto docentes como administrativos) del centro. En el citado caso de la niña balear, el altercado se produjo en el patio de recreo, cuando ningún profesor estaba vigilando, ausentados por un problema con otro alumno. No sería necesario aumentar el número de docentes, sino la vigilancia; algo que se conseguiría instalando cámaras de seguridad.

Aunque para muchos padres las cámaras de vigilancia no sean suficientes para destapar un caso de acoso, es una primera medida que, unida a la preocupación y el compromiso que deben implantar los centros, puede ayudar a terminar con el bullying. Además, supone otras muchas ventajas: ya hay escuelas (aunque son, en su mayoría, infantiles) que permiten a los padres acceder directamente a esas grabaciones en directo para ver en todo momento lo que ocurre en las aulas con sus hijos, todo ello mediante un usuario y contraseña autorizados, para que no se pueda violar el sistema de seguridad, evitando así que alguien desacreditado pueda visionarlo.

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Las posibilidades son múltiples: hemos hablado de la colocación de cámaras en las aulas, pero también pueden ser situadas en patios y demás zonas que puedan ser el origen de un conflicto; y es que cada centro marca sus propios límites en función de su conocimiento, capacidad y compromiso. De esta forma, se evitarían los actos en ámbitos ajenos a otros compañeros o testigos, ya que se guardarían pruebas gráficas y se podrían tomar las medidas necesarias, pudiendo ser captado el bullying en una etapa inicial, y no cuando se ha pasado la barrera de la violencia física.

Pero la labor de las cámaras dentro del aula puede ir todavía mucho más allá: además de evitar el vandalismo en el aula, el destrozo del mobiliario escolar, los abusos entre alumnos o incluso hacia el profesor, o el mal comportamiento continuado, ofrece la posibilidad de sumarse al centro a las TICs de las que tanto hemos hablado (link post TICs): viabilidad de E-Learning (aprendizaje a distancia), análisis de clases realizadas, tutorías específicas con padres de alumnos… ¡El límite lo pone tu imaginación!

En cada país las normativas y los aspectos socioculturales son diferentes con respecto a la instalación de esta tecnología: por ejemplo, en Reino Unido ya hay muchas aulas con la cámara dentro de clase, mientras que en Estados Unidos es ahora cuando los colegios se están empezando a sumar a la tendencia. Y es que el tema de la protección de derechos, sobre todo si se trata de menores, es muy escabroso y deja lagunas que la legislación vigente debería solucionar para que no hubiese ningún tipo de complicación legal posterior.

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La instalación de este sistema es sencilla, y aunque el desembolso inicial puede parecer algo elevado, no debemos olvidar que estamos invirtiendo en la seguridad de los más pequeños para preservar su confianza, inocencia e integridad física y mental. Una empresa especializada en centros educativos, como es OSESA, que cuenta con un amplio catálogo y profesionales cualificados del sector para así poder satisfacer todas tus necesidades, puede encargarse de todo el proceso requerido para que el acoso escolar deje de ser una realidad y forme parte del pasado.

¿Te apuntas a dar un paso por el NO al acoso escolar con nosotros?